La pandemia del Covid-19 aceleró la necesidad de que las empresas de todo el mundo implementaran nuevas tecnologías digitales para satisfacer las demandas de un mundo que cambia rápidamente.
 

La transformación digital no sólo ayudó a las empresas a ser más resistentes durante estos tiempos de incertidumbre, sino que también las coloca en mejor posición para enfrentarse a la volátil dinámica del mercado en el futuro, incluidos los impactos del cambio climático.
 

En 2015, las Naciones Unidas publicaron y firmaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan para la paz y la prosperidad de las personas y el planeta, que consta de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible globales (ODS).
 

La Acción Climática figura como objetivo número 13 (ODS 13), pero cada vez está más claro que la acción climática desempeña un papel en muchos, si no en todos, los ODS, y que será imposible alcanzar la Agenda 2030 sin tomar medidas urgentes para abordar el cambio climático y su impacto.
 

Las empresas y los gobiernos tienen un importante papel que desempeñar en la adopción de medidas climáticas cruciales, pero los avances de los líderes políticos y económicos deben ser rápidos. El objetivo final es evitar que la temperatura global aumente más de 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Cualquier aumento adicional tendría consecuencias catastróficas para el planeta y para la consecución de muchos otros objetivos de desarrollo sostenible.
 

El Pacto de Glasgow, firmado y alineado durante la COP26 ayuda a promover el ODS 13, y afirma la importancia de la ingeniería y la utilización de la mejor tecnología y innovación disponibles para una acción climática eficaz.
 

"Nuestras estimaciones, realizadas con el Foro Económico Mundial, muestran que para 2050 las tecnologías digitales pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 20%, especialmente en los sectores de la energía, la movilidad y los materiales. - Peter Lacy, jefe de servicios de sostenibilidad global y director de responsabilidad de Accenture
 

Para evitar los efectos más peligrosos e irreversibles del cambio climático, el mundo tendría que limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados. Para lograrlo, las emisiones de carbono tendrían que llegar a cero en 2050, lo que significa que en todo el planeta las personas, las empresas y los gobiernos no añaden a la atmósfera más emisiones de las que eliminan. El incumplimiento de estos objetivos puede tener ramificaciones económicas y medioambientales irreversibles.
 

Durante muchos años, las empresas de todo el mundo se han ido transformando gradualmente mediante iniciativas cuidadosamente planificadas y hojas de ruta de transformación digital. Pero cuando llegó la COVID-19, los planes de transformación digital de casi todas las empresas se comprimieron en días y semanas. De la noche a la mañana, la transformación digital pasó de ser una iniciativa para un puñado de pensadores de futuro a una estrategia vital que todas las empresas necesitan para crear resiliencia, innovación y ventaja competitiva ante la incertidumbre.
 

La escasez de talentos -una inminente escasez de mano de obra cualificada- podría acabar cambiando el equilibrio del poder económico mundial en 2030 si no se aborda.
 

Estados Unidos debería liderar la carrera, pero el país ha hecho menos progresos en la carrera hacia la transformación digital que otros países ricos. La falta de una estrategia de transformación clara, las habilidades y los conocimientos necesarios, y el apoyo técnico requerido para implementar la transformación digital fueron reportados como barreras significativas para el progreso en los Estados Unidos.
 

Si no se realizan cambios radicales para cerrar la brecha de talento, Estados Unidos podría perder 1,748 billones de dólares para 2030 debido a la escasez de mano de obra, perder su lugar como líder tecnológico mundial y no tomar las medidas necesarias para hacer frente a los efectos del cambio climático.
 

A través de una serie de artículos, Ready Player Ventures explorará varios factores clave que contribuyen a la brecha de talento e innovación que se está produciendo en Estados Unidos y el papel fundamental que desempeñan las empresas de capital riesgo dirigidas por minorías en la configuración del futuro de la tecnología, la consecución de los ODS de 2030 y la ayuda a Estados Unidos para liderar el camino hacia la nueva frontera de la transformación digital.