Un año después del colapso financiero mundial de 2008, Satoshi Nakamoto presentó al mundo el Bitcoin, un nuevo tipo de moneda digital basado en la tecnología blockchain.
 

Bitcoin se convirtió en la primera moneda descentralizada jamás emitida. Poco después, le siguió Ethereum. Desde entonces, la industria de las criptodivisas se ha acelerado rápidamente y la tasa de crecimiento se ha duplicado con creces de 2021 a 2022.
 

En la actualidad, las criptomonedas se están adoptando en todo el mundo, y hay más de 16.000 criptomonedas en todo el mundo.
 

La gente corriente, las grandes instituciones e incluso los gobiernos están empezando a explorar la utilidad de las criptodivisas y su capacidad para impulsar una revolución digital en muchos sectores, especialmente en las finanzas y los negocios.
 

Sin embargo, la adopción global de las criptomonedas se ha visto dificultada, ya que hay varios obstáculos que superar antes de que la moneda digital sea aceptada como dinero sólido en todo el mundo.
 

Obstáculos para la adopción global de las criptomonedas
 

La adopción global del cripto implica un activo verdaderamente descentralizado que pueda utilizarse para transferir y almacenar valor de forma segura en cualquier parte del mundo.
 

La empresa de tecnología de criptomonedas y blockchain, TripleA, estima que actualmente hay más de 300 millones de usuarios de criptomonedas en todo el mundo.
 

Este notable logro del mercado se traduce en sólo el 4% de la población mundial con un amplio margen de crecimiento. De hecho, se prevé que el mercado mundial de criptomonedas crezca con una tasa de crecimiento anual compuesta del 56,4% de 2019 a 2025.
 

A principios de 2022, la empresa multinacional de servicios financieros Wells Fargo comparó la rápida adopción mundial de las criptomonedas con la de Internet a mediados y finales de la década de 1990.
 

Según el informe del banco
 

"...Parece que el uso de las criptodivisas en la actualidad puede estar incluso un poco por delante de la Internet de mediados y finales de los años 90. Dejando a un lado las cifras exactas, no hay duda de que la adopción global de la criptodivisa está aumentando, y pronto podría alcanzar un punto de hiperinflación."
 

No obstante, para poder escalar a nivel mundial, el sector tendrá que superar todavía varias barreras clave, entre ellas
 

(1) La excesiva volatilidad de los precios
 

Las criptomonedas, que antes se consideraban un interés marginal de los evangelistas de la tecnología, se han disparado en los últimos años, especialmente el Bitcoin, que es quizás la moneda digital más reconocida. Por ejemplo, el valor de Bitcoin alcanzó un máximo histórico de más de 60.000 USD en noviembre de 2021.
 

Sin embargo, el precio de las criptodivisas puede fluctuar mucho. A pesar de su máximo de 2021, el Bitcoin se negociaba muy por debajo de los 20.000 USD, lo que supone un descenso del 66% en el verano de 2022.
 

Desde entonces, la moneda ha seguido cada vez más de cerca al mercado de valores, mientras luchaba contra la alta inflación, la subida de los tipos y la menor confianza de los inversores.
Algunos expertos dicen que la volatilidad de las criptodivisas limita su utilidad como medio de transacción. Esto tiene sentido, ya que la mayoría de los compradores y vendedores no quieren aceptar pagos en algo cuyo valor puede cambiar drásticamente de un día para otro.
 

Aun así, muchos creen que el precio del Bitcoin acabará superando los 100.000 dólares y abrirá el camino para que otras criptodivisas hagan lo mismo. Esta expectativa ha generado un gran entusiasmo por la continua adopción de Bitcoin y otras criptodivisas tanto por parte de particulares como de instituciones.
 

Según Gartner, para 2024, al menos el 20% de las grandes empresas utilizarán monedas digitales para pagos, valor almacenado o garantías, lo que tiene el potencial de alterar las redes financieras y los modelos de negocio actuales.
 

Los precios de las criptomonedas son, en parte, una apuesta en movimiento, lo que es a la vez un factor disuasorio y parte de su atractivo. En la actualidad, la volatilidad de los precios es atractiva para los inversores y los primeros adoptantes que apuestan por el sector. Pero se necesitará un mercado más maduro y estable para permitir las adopciones masivas a nivel mundial.
 

(2) Riesgo de ciberseguridad y robo
 

A pesar de su volatilidad, la adopción de criptomonedas ha aumentado de forma espectacular en los últimos años porque la gente cree que las criptomonedas serán más valiosas que las monedas fiduciarias en el futuro.
 

Como tal, las criptomonedas son tan vulnerables a la ciberdelincuencia como los actuales sistemas bancarios digitales, si no más. A medida que más personas invierten en criptodivisas, resulta más fácil para los hackers utilizar diversos métodos para robar datos sensibles, además de los criptoactivos.
 

La ciberseguridad en el mundo de las criptomonedas es un tema amplio y creciente, con múltiples estrategias disponibles para controlar y garantizar activamente la seguridad de los activos digitales.
Aunque las transacciones de criptodivisas conllevan riesgos cibernéticos, es posible proteger los criptoactivos adoptando un enfoque que dé prioridad a la seguridad, aplicando medidas preventivas adecuadas y estando atentos a los sitios web y las aplicaciones utilizadas para almacenar y comerciar con activos digitales.
 

Aun así, serán necesarias medidas de seguridad más fuertes y coherentes en todo el sector para proporcionar a los usuarios un cierto umbral de comodidad necesario para hacer posible la adopción global de las criptomonedas.
 

(3) Perspectiva reguladora incierta
 

La fuerza motriz de la industria del blockchain es la democratización de las tecnologías y las inversiones.
 

Como tal, muchos gobiernos adoptaron inicialmente un enfoque de no intervención con respecto a las criptodivisas. Sin embargo, el ascenso y la evolución de las criptomonedas ha obligado a los reguladores a empezar a elaborar normas para el sector emergente con el fin de proteger a sus ciudadanos, especialmente de las estafas y las inversiones fraudulentas.
 

En la actualidad, las normativas varían mucho en todo el mundo, ya que algunos gobiernos aceptan las criptomonedas y otros las prohíben totalmente.
 

El reto para los reguladores es desarrollar normas que limiten los riesgos financieros tradicionales sin ahogar la innovación.
 El reto para los reguladores es desarrollar normas que limiten los riesgos financieros tradicionales sin ahogar la innovación;

Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó el primer marco integral para el desarrollo responsable de lo digital. La orden ejecutiva se centra en seis áreas fundamentales del uso de la criptodivisa:
 

• • Protección del consumidor y del inversor
• • Promoción de la estabilidad financiera
• • Contrarrestar las finanzas ilícitas
• • Reforzar el liderazgo de Estados Unidos en el sistema financiero mundial y la competitividad económica
• • Inclusión financiera
• • Promover la innovación responsable
• • Explorar una moneda digital del banco central de EE.UU. (CBDC)
   

Muchos expertos del sector están de acuerdo en que esto podría ser un punto de inflexión en el impulso de la adopción institucional de las criptodivisas, algo que muchos han reclamado durante mucho tiempo.
 

Sin embargo, se necesita más. Con el tiempo, el éxito de los casos de uso basados en criptodivisas dependerá directamente de que los reguladores mundiales y los profesionales del sector trabajen juntos para promover la adopción de los activos digitales en la vida cotidiana.
 

Los gobiernos necesitarán un conjunto acordado de leyes eficaces para controlar la industria de las criptomonedas si se quiere que la adopción global a gran escala sea una realidad.
 

(4) Uso de la energía y efectos medioambientales
 

Otro inconveniente importante que ha obstaculizado la adopción global de las criptomonedas ha sido su consumo de energía. La "minería" de las criptomonedas es una actividad que consume mucha energía, ya que implica grandes cálculos informáticos para verificar las transacciones. Por ejemplo, el Bitcoin fue denunciado en su día por utilizar más electricidad que Argentina, un país de 45 millones de habitantes.
 

Esto se debe a que la mayor parte del consumo de energía de las criptomonedas se destina a su protocolo de consenso Proof of Work (PoW), que verifica las transacciones exactas resolviendo complejas ecuaciones antes de añadir nuevas transacciones. Por tanto, requiere mucha energía.
 

Afortunadamente, recientemente se ha producido un cambio hacia un uso más sostenible de la energía.
 

Ethereum, la segunda mayor criptomoneda del mundo y el centro de los servicios Defi, ha anunciado recientemente una actualización en su protocolo de consenso que reducirá significativamente su uso de energía. La actualización de Ethereum en el Eth Merge 2.0 pasó a un protocolo de consenso Proof-of-Stake (PoS) que utiliza un 99% menos de energía que el Proof of work.
 

Cuando se le preguntó por el cambio a Proof-of-stake, el fundador de Ethereum, Vitalik Buterin, dijo lo siguiente
 

"Irónicamente para mí, fue el darme cuenta de que era una compensación inevitable lo que me hizo sentirme cómodo con ello. Me hizo darme cuenta de que esa es la debilidad, y al mismo tiempo, me sentí seguro de que es todo lo que hay".
 

Además, con el tiempo, a medida que mejore la tecnología de las energías renovables, se espera que las criptomonedas sean más eficientes energéticamente y reduzcan aún más el impacto medioambiental de la minería de criptomonedas.
 

(5) Falta de desarrolladores cualificados
 

Las empresas, tanto grandes como pequeñas, están aprovechando el blockchain -la tecnología subyacente que impulsa las criptomonedas- para reducir costes, aumentar la confianza y mejorar la seguridad y la trazabilidad de los datos compartidos en las redes.
 

Sin embargo, se enfrentan a un gran reto para integrar las criptomonedas y otras aplicaciones de blockchain con su(s) sistema(s) heredado(s). En la mayoría de los casos, la organización tendrá que reestructurar completamente sus sistemas anteriores, o diseñar una forma de integrar con éxito las tecnologías.
 

La demanda de personal cualificado en blockchain y criptografía para implantar o integrar la tecnología de blockchain está en su punto álgido, pero el sector sufre una gran escasez de talentos adecuadamente formados para desarrollar y gestionar la complejidad de las redes peer-to-peer junto con la cualificación adicional y los conocimientos técnicos que exigen las aplicaciones de criptocurrency y otras blockchain.
 

Un estudio de 2022 realizado por LinkedIn Corp. y OKX ha revelado un desequilibrio en la oferta y la demanda de talento en el ámbito global del blockchain, con escasez de candidatos cualificados. Además, el estudio destacó que la permanencia de los talentos es corta, la rotación es elevada y el flujo de talentos se produce principalmente dentro del sector.
 

Esto podría significar que los países que hacen crecer su reserva de talento a un ritmo más rápido probablemente verán una mayor adopción de la criptomoneda y la tecnología blockchain en general.
 

La tecnología blockchain está en su infancia y todavía está evolucionando. Se necesita tiempo para que la comunidad de desarrolladores adopte la tecnología, y para que las instituciones educativas introduzcan cursos relevantes relacionados con el blockchain. Aunque esto acabará aliviando la demanda del mercado, los resultados no serán visibles durante algún tiempo.
 

Debido a la falta de desarrolladores cualificados, las organizaciones no tienen acceso a la reserva de talento de blockchain necesaria para implementar y desplegar la tecnología de criptomonedas a escala global.
 

En resumen
 

Parece que las monedas digitales desempeñarán un papel cada vez más importante en la actividad económica y que la adopción global de las criptomonedas es más una cuestión de cuándo ocurrirá, que de si ocurrirá.
 

Los usos potenciales de las criptodivisas en las empresas, el gobierno y las instituciones financieras son abrumadores y son suficientes para que muchos sigan avanzando a pesar de los posibles riesgos.
 

Sin embargo, el sector requiere una maduración significativa para abordar los problemas de volatilidad, ciberseguridad, regulación, impactos económicos y para crear una reserva de talento cualificado antes de que las adopciones globales y el uso cotidiano puedan ser una realidad.